Vida y obra de un cigarrillo.

21.10.2013 19:13

Me sumía en el fuerte olor que se había quedado atrapado entre mis dedos.

Lo había hecho: había retado al sistema y había sobrevivido.

El aire de mis pulmones ya no era lo que se consideraba sano.

Ahora, era reemplazado por un calor extraño, uno que luchaba por bajar e inundarme…pero no se lo permití.

¿Qué significaba aquello? Pues, sin darle muchas vueltas, había tenido la oportunidad de dejarme vencer por un vicio que conocía muy bien, pero, de nuevo, no se lo permití.

El humo blanco se escapaba de entre mis labios dejándome un incómodo ardor en la garganta. Me recordó a la sed propia de los vampiros neófitos, solo que esta no se iba.

Emily me miraba extrañada y yo solo repetía aquella cita que tanto me había costado aprender: ‘’no fumo por complacer al mundo, fumo para demostrarle que soy más fuerte que un envoltorio de nicotina’’. No recordaba muy bien su procedencia, pero se había quedado grabada en mi mente.

¿Qué pensaría mi padre? ¿Mi madre? Y si, ¿qué pensaría el resto de mi familia? La verdad es que no le daba la importancia que ellos pensaban. Lo había hecho y no me arrepentía, ya me había dado cuenta yo sola que, frecuentar el hábito, no era algo que estaba en mis planes inmediatos.

El humo se retorcía sobre mi cabeza, me distraía mirándolo y me reía como loca demente. Emily comenzó a plantearse seriamente si abandonarme o no, pero ya faltaba poco para nuestro destino, así que no tenía caso.

El olor seguía ahí, lo aspiraba tan fuerte que pensaba que, de seguir haciéndolo, me desprendería la piel. Sí, ese olor venía de mí. Sí, el cigarrillo lo había encendido yo. Sí, yo sola lo había lanzado y pisoteado hasta dejarlo como ceniza.

No sabía quién había sido esa chica que se había acercado a preguntar, la que había sacado el dinero y la que había pedido prestado el encendedor… pero sí sabía quién era la que se reía de solo recordar la cara de su acompañante. Esa era yo en todo mi esplendor.

Un vicio no destruiría mi vida, mas no lo dejaría intentarlo tampoco.

 

No es una entrada normal y está algo desubicada, pero sentí que debía compartirlo con ustedes para ver si así mi punto tenía cierta validez.

Reté al sistema y lo vencí.

 

Se despide, La Jonatica Universitaria