Toque Divino.
Si bien era cierto que parte de mi familia era exceptica, tambien lo era que un pequeño gran milagro había cambiado nuestra forma de ver las cosas.
Ya se habían cumplido 10 años del nacimiento de mi hermano, este, se suponía, iba a llegar a este mundo con un no tan grave problema renal. Era algo a lo que debiamos hacernos a la idea ya que, probablemente, debiera someterse a un par de operaciones. Llegado el momento de enseñarle el nuevo mundo, el médico lo alzó en brazos y el pequeño ser liberó aquello que se creía imposible: Orina. Entre risas el hombre dijo ''Creo que su problema ha desaparecido''. Horas despues descubrieron una pequeña bolita de grasa alojada en las cercanías de la médula espinal, debido a su extraña ubicación era algo complicado de operar....pero la fecha ya habia sido pautada.
Una de mis tias 'adoptivas' le entregó a mi madre un aceite de una Virgen, la unica indicación que le dió fue: ''Rezale Ave Marías y frótaselo en el lugar''. Y así lo hizo.
Los dias pasaban y en una de las consultas mi madre notó que la pequeña protuberancia habia desaparecido completamente, el médico, algo dudoso, realizó algunas pruebas... Aquella mujer tenía razón, la protuberancia se había ido, ¿o era que nunca había 'echado raíces' realmente?
Meses despues fueron a dar gracias, confundiendo el nombre de aquella Virgen. Al entrar al santuario mi madre sintió cortados de un rapido y veloz tajo los musculos que la hacían permanecer de pie y cayó al suelo llorando sin saber el por qué. Aquella madre milagrosa recibía el nombre de 'María Rosa Mística' y a ella le debíamos la salud de nuestro nuevo integrante. Mi abuela se llamaba 'Mística Rosa' asi que, según yo, no era casualidad.
Hace poco mas de 1 año y medio, gracias a una confusión, un ecograma renal reveló que uno de los riñones era casi el doble del tamaño del otro. Sorpresivamente mi hermano no había mostrado ningun sintoma. Según los Doctores este debía estar retorciendo del dolor sin poder moverse...y mientras lo decían el interpelado era Capitán de la Selección Infantil de Futbol de su colegio. Con una valentía de dudosa procedencia aceptó someterse a una operación de unas 2 horas de duración, la idea, más que incómodarlo, le interesaba.
La cirugía tomó unos 15 minutos más de lo estímado. Mi madre casi había acabado con las uñas que le quedaban y mi padre estaba a centímetros de zanjar el camino que ya había trazado. Yo, en cambio, permanecía sentada en una de las silla de la sala de espera, no quería moverme pero tampoco tenía motivo para hacerlo, en cambio, decidí revisar mis gavetas mentales. Fuí directamente a la sección en la que estaba en letra grande y negrita el nombre de mi pequeño hermano, la abrí con cuidado y arrojé los papeles al aire. Analicé con cuidado cada uno de ellos: La primera vez que lo ví, llorando mientras sobre una pequeña sábana era transportado por una enfermera; la primera vez que lo vi bostezar, que lo vi sonreír, que fijó su mirada en mí....Los papeles seguían cayendo como una cascada, los que siguieron eran algo más recientes: La vez que me dijo que le gustaba una de sus amigas, su primera gran exposición, los exámenes con alta calificación. Nunca me había detenido a pensar en cuanto lo amaba pero, a diferencia de aquellas novelas extrañas, no me despedía, JAMAS lo haría, solo me permitía recordar momentos hermosos para no impacientarme como otros que me acompañaban.
Hoy, 1 año y un mes despues sonríe de oreja a oreja, es el mejor de su selección y es el más romantico y detallista de sus compañeros. Hacía años tenía la idea de una novela que describiera como vivía mi familia, las extrañas situaciones y los pormenores de una familia tan reconocida como la nuestra. Había descrito a mis personajes y estaba segura que no me había equivocado con el de él ''Parecía un hombre de 30 en un cuerpo de 10'' haciendo referencia a su excesiva madurez, a veces sentía que solo nos separaban unos cuantos meses.
Había tenido la suerte de contar con una familia fuera de lo ordinario, una madre psicóloga de masas, un padre preventor desprevenido y un hermano mayor que era menor que yo...Era algo que no se veía todos los dias. Ahora nuestra familia habia crecido, no eramos solo 4 inidividuos, desde hacía 1 semana contabamos con una Labradora juguetona que no se cansaba de dar amor...y esconder zapatillas en el patio. Su nombre era Akeena y ya se había ganado nuestros corazones (aunque mi papa no lo admitiera). Bienvenida, Reina Guerrera.
Gracias por leer mis publicaciones, ultimamente he tenido muchas visitas y lo agradeceré toda la vida. En 2 dias veré mis primeras clases en el Horance Manis y estoy asustada/emocionada/ansiosa. Deseenme suerte♥
Se despide, La Jonatica Universitaria