¿Por qué? ¿Cómo?
Perdí mi trabajo.
Perdí mi carrera.
Perdí a mi familia.
Perdí a mi perrita.
Perdí mis sueños.
Perdí mi casa.
Hasta perdí mi país.
¿Por qué?
Porque dejé que la oscuridad me atrapara.
Porque dejé que la oscuridad acabara con mi fortaleza.
¿Cómo? Pues, porque morí.
Morí en la calle.
Morí defendiendo mis derechos.
Morí el día que me mandaron a callar.
Morí el día que pedí libertad.
Morí el día que pedí una mejor calidad de vida.
Morí el día que me miró y me disparó.
Morí el día que me desnudaron.
Morí el día en el que algo electrónico fue más importante que mi vida.
Morí el día que todos corrían.
Morí el día en el que había humo.
Morí el día en el que ellos corrían hacia mí vestidos de verde.
Morí cuando amaneció.
Morí cuando cayó la tarde.
Morí cuando se hizo de noche.
Simplemente, morí.
Porque quería un mejor futuro.
Porque quería un país libre.
Morí, porque no podía seguir viviendo así.
En memoria de todos los caídos en Venezuela, no solo en las protestas, sino en el día a día.