Inicio, Final y Espera Indefinida.
Mis clases habían llegado a su fin en el Horance, tenía tiempo para asimilar el final de semestre y para preocuparme por la suspensión indefinida del Elite, que era, valga la redundancia, realmente preocupante.
Mi promedio general no era algo de lo que estuviera especialmente orgullosa, estaba consciente del promedio general de las secciones y agradecía estar por encima de éste, pero me decepcionaba un poco, haber visto 7 materias y que mi promedio fuese de casi 17 puntos era frustrante.
Teoría, al ser la que más complicada se me había hecho, pensé que me enviaría al final del pasillo, a la oficina encargada de las becas a llorar y a firmar un acta que dijera que haría todo lo que estuviera en mis manos para no reprobar la siguiente vez que la viera. La vida decidió darme una oportunidad y terminé teniendo la calificación más alta en la última nota, obteniendo así un 13 en la nota final, siendo una de las notas más altas de la sección… Difícil de creer pero cierto.
Introducción le seguía, había obtenido un 16 gracias al vídeo final, habíamos grabado en un conocido sector de la ciudad en el que podía verse el lago en toda su extensión, el día nos había tratado maravillosamente y el vídeo había cumplido nuestras expectativas, estábamos muy complacidos con el resultado.
Orientación me había sonreído en grande, había sido una de las pocas en aprobar el 3er corte, teniendo así un reluciente 19, para dicha mía y de mis padres.
Y Sociología era mi felicidad materializada, no solo la había compartido con Miguel, uno de los que se había graduado conmigo, sino que tenía 20 en la definitiva y un grupo que se había ganado mi cariño, no estábamos tan unidos como en Introducción, pero si nos saludábamos de vez en cuando y compartíamos algunos ratos libres.
El Elite era otro asunto, las protestas no veían fin y los alumnos clamaban a los cielos una solución, cuando los estudiantes quieren clases ya es un asunto de fuerza mayor.
Esperaba que todo se solucionara muy pronto, quería avanzar en mi carrera y, ni yo ni nadie, lo lograría bajo estas condiciones.
Solo quedaba rezar por una luz al final del túnel.
Se despide, La Jonatica Universitaria