Año nuevo.
¡Feliz año, queridos lectores!
Espero que este año sea de mucha prosperidad y salud para todos.
Este año lo recibí con muchas metas e ideas. Como dije en mi última entrada, no creo que un año haga la diferencia, pero sí creo que nos brinda 365 oportunidades más para cambiar las cosas.
El Horance estaba en inscripciones y Katherine me había arrastrado para que trabajáramos nuevamente en ellas. Acepté solo porque fue ella quien me lo pidió, porque no estaba en mis planes hacerlo. Ambas creíamos que, además del beneficio de la inscripción temprana, trabajar en el proceso te ayudaba a conocer más el sistema y a los estudiantes de la universidad que, en su mayoría, estudiaban en horarios distintos al nuestro.
El Elite estaba a solo horas de acogernos nuevamente y debíamos correr para realizar los trabajos que, se supone, habíamos hecho en vacaciones… No conozco a ningún profesor que realmente creyera que los haríamos. Estaba sumida en el monólogo de Laurencia en Fuente Ovejuna y el de Segismundo en La vida es sueño. Lo peor del caso era que no se parecían en lo absoluto y yo debía hacer una comparación. ¿Alguien tiene el número de Superman?
Mi novio seguía siendo mi novio. Me sorprendía la velocidad y la lentitud con la que pasaba el tiempo. Velocidad porque ya teníamos un mes como novios oficiales; lentitud porque sentía que el tiempo terrestre no era el que nosotros manejábamos. A veces yo misma me empalagaba por la dulzura que me invadía, pero era difícil evitarlo cuando estás tan feliz que no lo puedes disimular. Mientras tanto, yo seguía queriéndolo solo por estas 24 horas y nos funcionaba de maravilla.
No superaba el hecho de que estuviera por comenzar el 5to semestre de comunicación. El año que viene, en esta fecha, ya habré terminado, si Dios quiere, mi primera práctica en un medio, ¿cómo no estar asustada/emocionada/ansiosa?
Por otra parte, me entristecía tener que bajar la carga académica en letras mientras avanzaba a paso veloz en comunicación. De nuevo me debatía entre lo que debía y lo que quería hacer, pero sabía que esto era transitorio. Un poco de tiempo y estaré bien… o al menos eso dijo Nick en a little bit longer.
‘‘Ninguna medida de tiempo será suficiente contigo’’ – Edward, Amanecer.
Se despide, La Jonatica Universitaria